lunes, 26 de enero de 2009

Historia de una escalera.

M.C. una mujer de 59 años que prefiere permanecer en el anonimato nos confiesa que por fin es feliz.

Tras varios años luchando por una vivienda de protección oficial en régimen de alquiler decidió darse por vencida y buscar una solución por otros cauces. Ella y su marido, obrero de la construcción, han encontrado, por fin, un lugar al que poder llamar hogar.

- Recorrimos todo Madrid, incluso saliendo de la capital. Nuestro presupuesto era de 300 euros y queríamos algo para los dos, pero era imposible encontrar nada que no bajase de los 500. Hemos visto de todo, pero, al final, encontramos esta ganga, por 250 ¡y en pleno centro!

La ganga a la que se refiere M.C. está en la calle Humilladero, en pleno barrio de los Austrias. Es una vivienda modesta, cuenta con lo básico para alojarse. M.C. nos cuenta que no desea más, que es suficiente tener un techo en el que cobijarse, una cocina de gas, un baño y un colchón.
El lugar lo encontraron gracias a un soplo, "este tipo de casas vuelan porque son muy baratas" M.C. se declara tranquila por fin porque, con pocos aprietos, consigue llegar a fin de mes "es la primera vez en mi vida que me sobran unos euros, por fin me he librado de esa losa que era el verse imposibilitada económicamente"
Nos asegura que el ruido de los vecinos no es molesto, todo el lugar está forrado de madera, lo cual amortigua los golpes y además "he conseguido vivir a ras de suelo, no tener que subir cuatro pisos sin ascensor es un descanso para mis desgastadas rodillas"
¿Dónde se encuentra esta maravilla?, se preguntarán: es el hueco de la escalera de una vivienda de dos plantas.

Madrid a la cabeza en espíritu empresarial.

Los datos los arroja un estudio acerca de los usos del suelo y la vivienda.

Sabemos ya que la crisis ha subido entre un 7 y un 15% el precio medio de los alquileres. La construcción y la vivienda es uno de los motores básicos de nuestra economía y, al verse resentida la construcción y la venta, la reacción lógica ha sido subir los precios de los arrendamientos.

Pero el estudio no se basa en un fenómeno tan burdo como la simple subida del alquiler. La mente especulativa española va mucho más allá y de ahí la admiración generada tras esta diversificación empresarial en España en general y en Madrid en particular. El asombro y el aplauso generalizado se centran en los logros económicos de los arrendadores madrileños porque han sabido atajar la crisis con soluciones novedosas y efectivas, minimizando los errores y las quejas. Lo más temido de un avance, de una vanguardia, son las críticas y la oposición, las revueltas o la huelgas, pero el asunto del alquiler en Madrid ha sabido avanzar silenciosamente y sin tropiezos.

Una de las técnicas más extendidas ha sido la fragmentación de viviendas. En un pasado no muy lejano, la afluencia masiva de españoles que acudían a la capital en busca de un futuro mejor, motivó que barrios como el de Lavapies o Malasaña vieran cómo los grandes pisos de los edificios emblemáticos se dividían en pequeños habitáculos para dar cabida a una horda de individuos necesitados de un techo. Después vinieron los barrios de ladrillos y los edificios de obreros. Pero las viviendas quedaron formando parte ya del entramado de esos barrios "antiguos"

La historia tiende siempre a repetirse y la oleada de emigración ha traído consigo una nueva fragmentación. A medida que el rural se ha ido despoblando o gentes de diferentes países han llegado a la capital, se han incrementado las demandas de espacios habitables. La diferencia ahora es que los propietarios no quieren perder esta nueva oportunidad, con lo cual los microespacios se han dotado con mayores comodidades y esto tiene un nombre: los pisos comunales. Estas nuevas viviendas, de entre 200 y 300 metros cuadrados disponen, tras una concienzuda reforma, de duchas comunales, y varios lavabos para los inquilinos, una gran cocina de uso comunal y, incluso algunas veces, un salón para esparcimiento, para proporcionar la sociabilidad entre los inquilinos. Y luego están las habitaciones, el verdadero avance en este nuevo tipo de habitáculos: un espacio de unos 4 metros cuadrados con cama, lámpara, una mesita de estudio y una barra a modo de armario. Lo mejor es que la habitación está repleta de enchufes para permitir la conexión a cualquier tipo de aparato electrónico: ordenador, televisión, nevera. Un mar de comodidad.
¿El precio? A partir de 500 euros.

Madrid es una de las ciudades de mayor renta per cápita del país. Tras años de fragmentaciones ilegales de vivienda, y este es el logro empresarial más importante de todos, se ha conseguido que ya no sea algo ilegal, es más, existe una ley, pendiente de aprobación, que eliminará la obligación de declarar una vivienda en alquiler a todos los propietarios. Es una técnica que aporta beneficios en varios sentidos: incrementa la construcción ya que aquellos dueños de grandes espacios podrán solicitar reformas para fragmentar su vivienda, garantiza un mejor nivel de vida para todos aquellos que obtengan un mayor rendimiento de sus viviendas y evita el engorro de devolver dinero por poseer rentas demasiado elevadas además de fomentar a todos los propietarios a abrir sus viviendas al mercado libre de alquiler.

Otra de las variantes de esta nueva tendencia son los tejados. Antiguamente, los trasteros de la vivienda se construían en la parte elevada de las casas. Ya viene siendo común la denominación de buhardilla para este tipo de habitáculos, pero la nueva situación ha dado un paso más: alquilar los tejados. El procedimiento es el siguiente: se construye un pequeño espacio, una caja, digamos, de madera o cualquier otro material y se coloca en un tejado que no tenga demasiada pendiente, es como un agregado más. Esta tendencia va incrementándose día a día ante la facilidad de su colocación y la demanda que genera.

lunes, 19 de enero de 2009

Éxodo a poblados chabolistas.


Vivir en un camping, con los padres, okupación, compartir cuarto... Los modos que los jóvenes madrileños se ven obligados a explotar para conservar su derecho a la vivienda digna no tienen límites. Y, con esta nueva crisis, se impone una nueva moda tan característica de la capital madrileña: el chabolismo.

- Estamos hartos de ver cómo se regalan viviendas sociales a gente que vive en poblados chabolistas y, dada nuestra situación, hemos pensado que es la única manera viable de conseguir una vivienda.

La asociación "Tengo derecho a techo" que cuenta cada día con más adeptos ha creado un departamento especial de información y ayuda a los infra-mileuristas. La idea es la de proporcionar alojamiento asequible a ese elevado tanto por ciento de jóvenes que ven imposible pagar un alquiler.

- Una habitación en Madrid cuesta a partir de los 400 euros, es más de la mitad del sueldo de la gente a la que solemos atender, las leyes dicen que el alquiler no debe sobrepasar el 30 o el 40 por ciento del sueldo pero eso es básicamente imposible.

La información que facilitan se basa en la situación de los poblados y la posibilidad de ampliar los mismos.

- Existen cientos de obras abandonadas de las que se pueden coger los materiales necesarios para construir un chamizo, también ofrecemos indicaciones a este respecto. Los organismos competentes no aportan soluciones viables, una vivienda es una necesidad básica y, aunque seguramente estemos fuera de la ley, cabe la posibilidad de que muchos de estos jóvenes, pasados unos años, puedan acceder a una vivienda social gratuíta.

No todos los que solicitan información sobre los nuevos poblados chavolistas cobran menos de mil euros, pero sí son una mayoría. Muchos de estos jóvenes se declaran satisfechos con la nueva solución.

- Yo vivía en una habitación sin ventana y pagaba unos quinientos euros. Estaba relativamente céntrico pero, una vez restadas las facturas, sólo me sobraban ciento cincuenta euros para pasar el mes y eso es comer, transporte, ocio... No compensaba.

Es uno de los miles de testimonios recogidos por nuestros redactores. Lejos de sentirse amedrentados por las consecuencias que de esta actitud se podrían generar, los jóvenes que se han sumado a esta iniciativa se reafirman en su postura:

- La Comunidad de Madrid ha creado un plan de vivienda joven. Son unas 50.000 viviendas para una población potencial de unos ocho millones de habitantes. Las cifras hablan por sí solas. Además el requisito indispensable es cobrar más de 1070 euros, por eso hemos creado esta asociación y este nuevo tipo de vida. Parece que los gobernantes no quieren ver la realidad o les da asco la gente pobre, que somos la mayoría, se basan en unos estudios en los que se dice que la media salarial en Madrid es de 2250 euros, me gustaría conocer al que cobra los 1400 que yo no cobro...

Si es de los que opina que los poblados chavolistas afean una ciudad tendrá que empezar a acostumbrarse porque, según prometen, "cada día habrá más y más gente que necesitará de nuestros servicios, los porcentajes de solicitudes van en aumento."

viernes, 2 de enero de 2009

La crisis aumenta el número de okupas.

La insistencia de los medios de comunicación acerca de la crisis ha hecho aumentar el miedo en todos aquellos que pretendían comprar o alquilar una vivienda en la capital. Por este mismo motivo, barrios enteros en construcción han quedado paralizados y las viviendas en desuso.
Es bien sabido que el número de viviendas construídas supera a la demanda real de posibles compradores pero, tras el encarecimiento de los alquileres y la imposibilidad de conseguir un crédito por parte de una entidad financiera se han multiplicado los casos de okupación de viviendas.
- En países como Holanda,la okupación de viviendas en desuso están permitidos, aquí tenemos miles de pisos vacíos que no salen al mercado, la única razón es la de mantener unos precios elevados en el alquiler.
Nos relata uno de los okupas que ha decidido instalarse en el llamado "Ensanche de Vallecas"
- Existen barrios planificados, dispuestos a ser construídos y edificados y, por otra parte es imposible encontrar un alquiler por menos de 400 euros, que es la mitad de un sueldo medio en la capital.
Exactamente el 30 por ciento de los mileuristas e infro-mileuristas aseguran que okuparían una vivienda en caso de ser una solución segura.
- Por lo pronto habrá que seguir viviendo con 100 o 200 euros al mes, esperaremos a que la situación se resuelva de alguna manera.
Desde la "Asociación por la vivienda digna y la okupación" nos aseguran que la situación no va a cambiar, los alquileres seguirán subiendo y la compra será reservada solamente a personas con grandes ingresos, por lo tanto, la única solución viable a medio y largo plazo será la okupación de los miles de edificios que siguen vacíos en la capital.